Los productos ecológicos son todos aquellos que se cultivan o se fabrican de manera sostenible y sin emplear productos nocivos para la salud de quienes los manufacturan, manipulan, transportan o consumen. Es un mercado muy amplio, que incluye alimentos de todo tipo, además de cosméticos, limpiadores y un largo etc.
Productos ecológicos: moda o futuro
Es innegable que hay un gran auge de los productos ecológicos y que muchas empresas y personas ofrecen una gama ’verde’, porque ello genera una gran demanda. Pero la realidad es que la mayoría de los consumidores están tomando conciencia de lo importante que es llevar una vida saludable.
Esto implica que no solo los alimentos deben ser orgánicos, ecológicos, con materia prima de calidad, libre de pesticidas, abonos artificiales, tóxicos y que no contengan transgénicos, sino que ningún otro producto debe tener un origen diferente, ya que incluso los productos de limpieza o los de la higiene diaria pueden ser ecológicos.
Y es que para que el planeta tenga un futuro hace falta un cambio de mentalidad. El ser humano debería abandonar el consumismo devorador de productos, por el mero hecho de que existen, hacia otro en el que solo se use, compre, gaste o coma lo necesario, teniendo como objetivo el cuidado de la salud y la preservación del medio ambiente.
Beneficios de los productos ecológicos
Emplear y/o consumir productos ecológicos y de producción sostenible contribuye a tener una vida saludable, a no seguir dañando al medio ambiente, a dejar de contaminar el aire, los suelos y las aguas de ríos, mares y océanos, a no agotar recursos finitos y, en definitiva, a ser más felices y a preservar el único planeta que tenemos para vivir.
Salud personal
Comprar y consumir productos ecológicos implica quitar de la dieta y del contacto con nuestro organismo, toda una serie de sustancias químicas perniciosas, que si bien se emplean en cantidades muy pequeñas podrían provocar multitud de enfermedades. Hay agentes tóxicos y potencialmente cancerígenos casi en todos los productos tradicionales.
Salud pública
Cuando se eligen productos saludables, sanos y de producción sostenible se contribuye a que haya una mejora en la salud personal y de los familiares inmediatos. Pero como vivimos en una sociedad gregaria, cuantas más personas renuncien al consumismo desenfrenado, mayor será la posibilidad de que se genere un efecto dominó, que repercuta de manera positiva en la salud pública en general.
Medio ambiente
Cada producto que adquirimos tiene un costo medio ambiental, que está determinado por una serie de factores, entre los que destacan: su origen, el tipo de manufactura que sufrió, el proceso de transporte o el envasado de los mismos.
No es lo mismo comer una fruta local y de temporada, que otra que, por muy superalimento que digan que es, se cultiva a miles de kilómetros, con mano de obra barata, llega en avión y está envuelta en plástico de un solo uso.
Puesto que en el transcurso de nuestra vida necesitaremos alimentos, ropa, artículos de aseo, aparatos electrónicos, etc. es necesario que, para poder reducir nuestra propia huella de carbono al tiempo que elegimos tener una vida más saludable, optemos porque estos productos sean ecológicos.
Fomento
La compra de este tipo de productos incentiva su producción, dado que vivimos en un mundo en el que la oferta y la demanda son las que pautan los mercados. El consumo de productos ecológicos no solo implica dar ejemplo a otros consumidores, sino que también impulsa a otras empresas a sumarse a lo verde.
Tomado de: https://www.ecoticias.com